Poemas del no retorno


El sol
arrastraba
a
penas
entre nubes
el aleteo
irrumpía
el plato roto
rodaba
entre chicharras
maníacas
un domingo
de semana.



En este punto
de no retorno
viene
la tierra de la montaña
el agua
que apenas reventaba
la vida
que tanto reclamaba.



Y en la esencia
del cuarto blanco
de verano
sudaba
el
cuerpo
innecesariamente
bien
fotografiada
tabula rasa.


En qué dirección
hay
qué
gritar
para
escuchar
sí-la-bas
diferentes
en este cubo plasmado
con cara
de parálisis cerebral.



TE veo en el aro
y me veo
como pidiendo
plegaria
es la línea recta
no hay principio
no hay final
no sale
late
y se tiene
por qué
latir
los orificios
de tanta fatiga
hambrienta
se tuerce
el cuello
y no sabe
dónde mirar.


De líneas puntiagudas
se divisa su saliva
pasta verde
dolorosa
ámbar
amargo
se
res-
bala
entre las rejillas.
Sera que vienen?
o esperan a qué las olas
rocíen su espina dorsal.
Será qué el tiempo
lo enreda?
O será una repetición sistemática.


Inutilizado por el tiempo
el hombre abrió su paraguas
y sacó la escopeta.
La mujer
resbala
entre brasas
que agitaban
su sexo.
En los brazos
llenos
de miseria
del jardín vecino
se lavaba
la boca
y escupía
jacintos.


Luisa
se despertaba
y esperaba
a que algo pasara.

Eran los chinos
siempre
la miraban.




Se han perdido
las raíces
las venas
la cara vacía
y abierta
con desespero
de correr
de huir
de encontrar
tiempos honestos
tocará
sacudir
a la inversa.


Y ahora
re
bo
bi
na
da
re
aparecen
colados
los tiempos
plenos
pedazos
agotados
la
re
cons
truc
ción
abstracta
de
esta
enfermedad.


















Ni cómo volver
renace
en olor
bebiendo
lo amargo
que nos baja
la guardia
nos
está
cazando
no sé
de qué
habla mi tierra
ahora
mía
no sé
qué llora
cómo
padece
la vida
prefiero
ahogarme en ella
y que la asfixia
me tuerza
el cuello.


















Vacío
La tierra
pinta
entre
rincones
vacío
vacío
se tuerce
se traga
la garganta
vacío
vacío
golpea
vacío
se siente
la mosca
que pasa
vacío
no hay menos
vacío
cuerpo
frío
vacío
sin
sans
out
adivinar
vacío
retornar
vacío
mirar fija
vacío
primavera
vacío
se fue
el cursor
el curso
vacío.





Me levantó
A pesar del invierno
el espesor
la cuesta
que no se esconde
mira a lo lejos
saben de dónde
vendrán
te ata
con la memoria
llena de remordimiento
de letanía
conjetura
nunca inexactas
ella
lo sabe
lo
que pasa
por su cabeza.
























Con los síntomas de la creciente entrada
de misceláneos y líricos
fragmentos
de textos
desdichados
transportados
al mareo
del taladro
el mal
de zambito
y el hueso
del bombillo
bobina
el material
para fumigar
besos
el trueno
y el centímetro
no contaminado
con neuroespasmódicas
vibraciones
nos hizo amantes
por caminos distantes
aunque suene a verso repetido
ella canta
desafinada
se rompió la maleta
y volaron
volaron.














Se abre el pecho
descuartizado
en tripas
desaparece
se deshace
una bomba
sin retorno
por la boca
por los oídos
el sexo
todo
mas fuerte
el vómito
para no ver
hay concesión
para reir




























Se acabaron las señoritas desdichadas
que rezaban detrás de la cantina
en el patio de recreo
se han ido
silbando
aquellos días de guacamayas
chismosas
se
miraron
ya no se habían visto
las canas
los surcos
pasaban
memorias
de concreto.



























Tengo aún
las listas
efímeras
las luces
en líneas
y puntos
convertimos
el pasaje de la avispa.
En qué cama
te habrías
ido
tu
cacao de Barlovento.
Los huesos
pulverizados
en cuatro
sencillos
planes
para el domingo.
Nos faltó
distancia
pero entre
sistemas
desconocidos
ahí seguimos
seguramente
en
contacto.

A Daniela dónde esté…













Tiempo

indispensable
respirar
subir
escapar

caminan
los soldados
acorralados
de miedo.

Caras
rostros
congelados
caricaturas

¿qué
esperamos?

que el viento sople
acariciar
la gente
mal amada.

Por
qué
tenemos
ojos diferentes
por
qué
terminan
en la misma plaza
caidos
convertidos
en un monton
de piezas.

El azul
nos mira
y respiramos
por poros
sanguinolentos
tanto calor que cuela
cuánta memoria
se
disgrega
la palabra tímida
labios oscuros
que miran el tren.




































Todo sale al mismo tiempo
todos quieren levantar la mano
Nadie supo
quién lo hizo
Ni por qué
la balsa estaría reseca.
Su cabello lo usaron
Para mostrar
cuánta hambre tenemos
se asoma
y vuelve
regresa
sin justicia.

































Se quejaron de la cerradura
de los martillos
y la mordida de perro.
En el agua
-ya no tan tibia-
siguen llegando
y las palabras se asustan
de solo nombrarlos.



































Es mejor aplicar las medidas
antes de reconocer los daños.

Se abre
se llena
de brazos - la tierra-

escapa
se enmaraña
caen

las piernas

el frasco de miseria
-lugar común-
se escucha con el músculo
y el maullido
perra en celo.
























En el instante
se retira el agua
Permanecen
pasado, presente y futuro
trazos de sal






























No elegí ser
una inmigrante
Cómo cambié la montaña
por la iglesia pedófila

Estoy colapsada
se me han secado
las maneras

No será por dejar las raíces
que se sedimenta
la pereza



























El blanco arde en los ojos
Quema

Y oler las sábanas de Queta
de la Plaza
Venezuela

Ya giramos en la grama
una y otra vez
la fuente cambia de color

Huele a carro
A camion sin freno

Las hormigas planean llegar al otro lado de la línea




























Hoy recordaba a mi abuela
A veces la acompañaba a Valencia a curarse las heridas de las piernas.
Íbamos en taxi, un taxi de esos que ella llamaba “de confianza”
Alla pasábamos horas, hasta que la atendieran y le pusieran de nuevo las vendas
Había mucha gente con heridas en las piernas
Ellos tenían una técnica que las cerraba, ahí en ese lugar
No sé por qué me acordé de eso hoy
Pero me gustaría acompañarla nuevamente
y esperar.





































Esa mujer que te perdona
lo que fue
que nunca se decepcionara
de ti.
Este en medio de nada
de personas enterradas
de antemano

De esta falta de sal

Y no sale cosecha
es difícil ser vieja

Una piña vieja.






























Estas ideas
que vagan en la mente vacía.

Del pez que se ha perdido
que no quieres estar
que solo quiere bailar
El impulso
arrastrado
la mano quemada de tanto juicio y prejuicio
los espacios sin puntos
mi poesía
mis cuadros baratos
la vida siniestra de quien se empeña
en la nada
la payasada
en el impulso de perder
de herir qué más queda
apenas llueve
Y se ve tu silueta incómoda en el tiempo
























Los monstruos

Merodeamos entre normalidades
y nos adaptamos tácitamente

el trauma nos ha brindado
el poder de la invisibilidad.

Reír y estar
sin que se note nuestra presencia
manos y piernas frías
hasta el dia mas desértico

Nos alimentamos de huellas
porque carecemos de historia
Nuestros padres nos abortaron
y nos dejaron

como fetos hervidos en silencio.

Mejor no decir de dónde vienen
solo miran su sombra
para no pasarse
y confundirse

Los monstruos están solos para evitar el daño.
















En vez de hacer ejercicios me vine al bar



Los expatriados
como el perro de la Colombiana
babean por un trozo de carne.

Nos comunicamos
a la ansiedad
de lo invisible
que nos une
o nos quiere unir por una razón
a algo

Con la cabeza a punto
como la salchicha
cruje en mi mandíbula
hace ruído
el cadáver
que se deshace poco a poco
desmembrados estamos
cada uno
perdido en grasas
que nos separan
y nos hacen resbalar
uno del otro fácilmente

una constelación
que se parece a la geografía de la tierra
pero es solo carne muerta
adornada

Cortada en pedazos finos
que lucen
pero están separados
los dientes
los arrebata

bocados de histeria.





Es como si la tensión
del ojo derecho se multiplicara
y la cabeza se quedase congelada
Se hace todo mecanico
Riguroso
Como una capa fina de huevo cortado
cubre los ojos
como los ojos de los peces
que salen a la superficie
prender los motores y concentrarse
en un punto
que se transforma
en multiplicaciones y
Siluetas